Turín, capital del Piemonte italiano, está rodeada por el magnífico paisaje de los Alpes, a orillas del río Po. Desde siempre, la ciudad ha sido conocida por su imagen industrial (se la denominaba capital del motor) pero ha conseguido reinventarse como una nueva ciudad orientada hacia la tecnología y la innovación. Además, tras los Juegos Olímpicos de invierno, ha experimentado un lavado de cara que ha resaltado su lado más interesante y atractivo.