Barcelona tiene personalidad propia, la ciudad respira,
late, se mueve, es una ciudad para caminar, para sentir, tiene una luz
especial que te envuelve. A un lado, encontramos la montaña y al otro el
mar que define su carácter. La ciudad está llena de energía
y la gente vive la vida en sus calles, en sus terrazas, gracias al
fantástico sol que parece que nunca deja de brillar. Es el lugar
perfecto para deambular y descubrir todos sus rincones y los secretos
que esconde.
Barcelona es única gracias a una combinación muy especial de diferentes
culturas que dejan su huella en la ciudad, del mar y la montaña... Fruto
de esa mezcla surgió la rumba catalana mezcla de la rumba flamenca, el rock & roll y la música cubana. Déjate llevar por su ritmo pegadizo y canta eso de Rambla pa'qui Rambla pa'lla, esa es la rumba de Barcelona...
Cómo moverse
Es fácil llegar a cualquier punto de la ciudad gracias al transporte público que es bastante nuevo y barato. Hay varias opciones: metro, autobús, tren y tranvía.
No hay lugar al que no llegue alguno de estos medios. La manera más
económica de moverse es comprando una tarjeta de 10 viajes que podrás
utilizar en cualquiera de los diferentes medios.
Aunque, sin duda, lo mejor que puedes hacer es alquilar una bici o recorrer la ciudad a pie, así te asegurarás de no perderte ninguno de los encantadores rincones escondidos de la ciudad.
Qué ver y qué hacer
En Barcelona hay tanto que hacer que tienes dos opciones: quedarte a vivir o volver a visitarla una y otra vez.
Hay varios paseos de "recorrido obligado". Uno es Passeig de Gràcia donde podrás contemplar los edificios más emblemáticos de la arquitectura de Antoni Gaudí, como la Pedrera o la Casa Batlló. Tampoco puede faltar un paseo por la Rambla desde Plaça Catalunya
hasta el monumento a Colón para ser testigo de la mezcla que compone
Barcelona, esta es la calle donde todo se une: turistas, barceloneses,
mimos... No hay una calle igual en todo el mundo. Caminar por otra
rambla, la del Raval, es toda una experiencia. Disfruta de la variopinta
mezcla cultural de este barrio y tómate algo en una de las numerosas
terrazas que la pueblan mientras observas a la gente pasar. Es un
pasatiempo de lo más interesante. Otra opción es recorrer el Passeig de Sant Joan y pasar bajo el Arc de Trionf de camino al parque de la Ciutadella donde disfrutar de una tranquila tarde al sol. Otro parque que no debe faltar en la visita es el Parc Güell, mezcla de naturaleza y arquitectura modernista. Es como entrar dentro de un cuento. Un parque tal vez menos conocido es el Laberint d'Horta.
Está un poco más alejado de los puntos clave de la ciudad pero merece
la pena desviarse un poco del itinerario típico y perderse en el
laberinto que da nombre al parque.
Los amantes de la naturaleza también tienen cabida en Barcelona. En la
misma ciudad se encuentra el Tibidabo, una montaña en
la que podrás disfrutar de la naturaleza en estado puro. Además, tendrás
la ciudad a tus pies y los más pequeños (y también los mayores) podrán
divertirse en el parque de atracciones que lleva el
mismo nombre que la montaña.
Lo maravilloso de esta ciudad es que puedes estar en el Tibidabo y coger
un tren para llegar a la playa tan sólo media hora después. Desde la Barceloneta hasta el Fòrum,
hay playas para todos los gustos, desde más turísticas a más familiares
y en todas encontrarás un estupendo chiringuito en el que refrescarte
con una bebida fría.
La vida de barrio en Barcelona también es muy importante y cada uno tiene personalidad propia. Descubre Gràcia con su acogedor ambiente más cercano a un pueblo que a una ciudad; la Barceloneta, el barrio de los pescadores; Poble Sec, a los pies de la montaña de Montjuïc o Poblenou, donde se mezclan los restos de la Barcelona industrial y la más moderna y actual. El barri Gòtic
es, como su nombre indica, la parte más gótica de la ciudad. Sus calles
laberínticas y su arquitectura te trasladarán a otra época. La Catedral o la Plaça Reial y las callejuelas que la rodean son dos de sus zonas más conocidas. Al otro lado del Gòtic, en el Born, se encuentra una de las iglesias góticas de referencia de Barcelona, Santa María del Mar. Tanto la iglesia como el barrio en el que se encuentra te dejarán fascinado.
Eventos y fiestas típicas
Las fiestas más destacadas de la ciudad de Barcelona son las de la Fiesta Mayor de La Mercè,
patrona de Barcelona, que se celebra el 24 de Septiembre. En ellas se
crea un ambiente festivo en toda la ciudad y se pueden ver desfiles de
gigantes y cabezudos, castellers (construcciones de torres humanas) y bailes de sardanas. Además, destacan especialmente los correfocs (desfile de personas disfrazadas o no entre fuegos artificiales) y el piromusical
(fuegos artificiales con las fuentes luminosas de Montjuïc
sincronizadas con la música). Durante estas fiestas, además, se
organizan por toda la ciudad conciertos gratis de los grupos más famosos
del momento.
Otras fiestas a destacar son las de la Fiesta Mayor de Gràcia,
que tiene lugar a mediados de agosto en el barrio de Gràcia; los
vecinos adornan las calles espectacularmente ya que se disputan el
premio a la calle mejor decorada. En él también se puede disfrutar de
las terrazas de verano y de actuaciones musicales en directo. En el
mismo mes, se organiza también la Fiesta de Sants con conciertos y música al aire libre.
En 1992, la celebración de los Juegos Olímpicos atrajo a millones de visitantes y dejó un legado de edificios como el Palau Sant Jordi y la vila olímpica, donde se alojaron los atletas. En el año 2004, se celebró el Fórum de las culturas
en cuyo espacio se organizan actualmente todo tipo de festivales,
convenciones y ferias. En Barcelona se realizan diversas ferias y
eventos tal y como el Mobile World Congress, el Salón Internacional del Turismo y el Salón Internacional del Automóvil, entre muchos más.
A parte de ferias, eventos deportivos y culturales, cada año se organizan dos famosos festivales de música: el Sonar, un festival de música electrónica que atrae público a nivel internacional; y el Primavera Sound, que reúne a lo más selecto de la música indie.
De compras por
Si hay algo que podemos destacar de Barcelona es que puede presumir de
ser una ciudad ideal para las compras, con una amplia variedad de
tiendas y zonas comerciales para todos los gustos y bolsillos. Podrás
encontrar desde las firmas internacionales más prestigiosas (sobre todo
en Passeig de Gràcia y en la Avenida Diagonal) hasta la moda juvenil más actual (Portal del Ángel, Portaferrisa o Carrer Pelai),
con una amplia oferta de productos artesanos y originales (por las
callejuelas del Barri Gòtic). ¡¡Déjate sorprender por la Ciudad Condal!!
Barcelona tiene una gran vida de barrio y cada uno tiene su propio
mercado. En ellos podrás ser testigo de la parte más auténtica de la
ciudad y comprar todo tipo de alimentos frescos, igual que la gente de
aquí. Al entrar, solo tienes que preguntar L'últim? (¿El último?) y esperar tu turno. El Mercat de la Boqueria es el más famoso de la ciudad y sus puestos de fruta son todo un despliegue de color. El Mercat de Sant Antoni adquiere más protagonismo los domingos por la mañana cuando se organiza un mercado de libros de segunda mano, posters, sellos y otros artículos de coleccionista.
Qué se cuece en
A los barceloneses les gusta comer bien. Hay muchos platos típicos
diferentes dependiendo de la época del año como, por ejemplo, los calçots
en febrero-marzo, toda una tradición. Pero hay otros muchos igual de
ricos que podrás disfrutar en cualquier momento del año: el pà amb tomàquet que acompaña a muchas de las comidas; la escalivada, pimiento rojo y berenjena asados al horno que se sirven con anchoas sobre una tostada de pan; la butifarra amb mongetes o la crema catalana de postre.
Normalmente, sobre todo entre semana, la mayoría de bares y restaurantes ofrecen un menú de mediodía (a partir de 8 euros) con el que podrás disfrutar de dos platos y postre. Rico, rico.
Entonces...
Atrevete a perderte por Barcelona sin la ayuda de un mapa sabiendo que,
vayas a donde vayas, encontrarás un rincón digno de ver. Es una
experiencia que no podrás vivir en muchas ciudades. El plan perfecto
para un día barcelonés es despertarse tarde, desayunar tranquilamente al
sol en una terraza y pasear tranquilamente por alguno de sus barrios.