Split es una ciudad situada al sur de Croacia, puerto marítimo de la costa dálmata, en el mar Adriático, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979. Fundada antes del siglo IV y primeramente habitada por el emperador Diocleciano, quien decidió construir su palacio en Split para pasar allí su vejez.
Qué ver:
Grgur Ninski (Gregorio de Nin): obra del famoso escultor Ivan Metrovi situada frente a las Puertas de Oro en el acceso norte al Palacio de Diocleciano. Cuenta la leyenda que te traerá suerte si tocas el dedo pulgar del pie.
Palacio de Diocleciano: las murallas, las tres puertas (de oro, de plata y de hierro), el mausoleo, y la plaza central Peristil es lo más destacado, sin olvidarnos del Templo de Júpiter ni del Vestíbulo, la plaza al sur de Peristil.
Montaña de Marjan: 168 hectáreas cubiertas con pinares con un mirador y un pequeño jardín zoológico.
Entre otros atractivos turísticos se encuentran las playas Bavice y Firule, ubicadas muy cerca del centro de la ciudad.
Gastronomía: destaca el pescado, el jamón serrano y queso, y el típico postre dálmata, las crujientes krotule. Los licores de uva o hierbas típicos de Dalmacia también merecen especial mención, como el vino dulce típico llamado "proek". Los platos más típicos de la zona son el brodetto servido con polenta, el pescado a la plancha, o el pulpo asado.