En Berlín sí hay playa, vaya, vaya. Hay arena, bares que animan el ambiente con su música y tumbonas para broncearse. Cuesta creer que estés en la capital alemana y no en una ciudad de costa.
En Berlín se concentra el arte en todas sus facetas con numerosas obras de teatro, conciertos, festivales, ópera... Resulta lógico que cada vez más artistas y emprendedores busquen su hueco en Berlín. La capital te permite tener siempre varias opciones entre las que elegir de cualquier cosa que necesites hasta tal punto que no tiene solo un centro, sino varios. También es la capital del diseño, algo que se refleja en la gran cantidad de agencias, estudios, talleres, etc. que se han establecido aquí. La oferta cultural y de ocio es tal que no hay excusa para quedarse en el hotel.
El agitado pasado de la capital se refleja aún en muchos de sus rincones pero en Berlín caben todas las tendencias y las formas de pensar, es la ciudad de los contrastes.
Antes de venir, organiza una maratón de cine y disfruta de películas como Good bye, Lenin!, La vida de los otros o La niña de tus ojos para empaparte un poco de historia de una forma amena e interesante.