Justo donde el Mediterráneo se junta con el Egeo se encuentra una pequeña y encantadora península de ambiente bohemio y habitantes pintorescos. Amaneceres de casas blancas y bahías custodiadas por palmerales y playas de aguas cristalinas que dejarán encantados a todos aquellos abiertos a disfrutar de las vistas sobre el Mediterráneo más impresionantes.
No pasan indiferentes los restos de la antigua Halicarnaso, cuyo periodo de mayor riqueza fue el reinado de Mausolo. Este rey adornó la ciudad con hermosos edificios, el más famoso de los cuales es el mausoleo, un gran santuario que Mausolo se dedicó a sí mismo y a su esposa y hermana Artemisa II, considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. El Castillo de San Pedro el Liberador, de la Orden de los Caballeros del Hospital de San Juan de Rodas, domina la silueta de Bodrum y es un magnífico ejemplo de la arquitectura medieval de los Cruzados, que actualmente alberga el interesante Museo de Arqueología Submarina. Tampoco puedes dejar de visitar el teatro romano de Bodrum, construido en el siglo II ac. Pero lo que da nombre a Bodrum son sus fascinantes noches, donde algunas de las mejores discotecas de Europa abren sus puertas durante toda la noche a todos aquellos dispuestos a seguir el ritmo palpitante de la música.
Otro de los lugares imprescindibles de cualquier viaje a Turquía es una visita a Éfeso - también en la costa sur del Egeo -, el más rico centro comercial del mundo antiguo y dónde residía otra de las Maravillas del Mundo Antiguo, el Templo de Artemisa.