Abandera la causa internacional, es sede de poderosos bancos y cuna de las casas relojeras más prestigiosas. Sí, es cierto, pero más allá de los tópicos que pueblan nuestro imaginario, este pequeño cantón suizo brilla por su carácter apacible, cosmopolita y sofisticado. Si vienes a Ginebra, lo tendrás muy fácil. ¡No tienes más que decir bonjour con una gran sonrisa a un transeúnte y verás cómo se abre un mundo a tus pies!