Túnez es el país más pequeño del Magreb con un gran legado cultural gracias a los numerosos imperios que dejaron su huella. Es un país moderno, a orillas del Mediterráneo, donde relajarse en las magníficas playas o deslumbrarse con los maravillosos oasis que surgen entre las interminables dunas. Descubrí el desierto del Sáhara, el más grande del mundo, un lugar mágico y lleno de misterio.
Uno de los mayores reclamos de Túnez es el mar gracias a los
cientos de kilómetros de playas acondicionadas y a sus miles de kilómetros de
playas vírgenes. Ahí vas a disfrutar de numerosas actividades acuáticas como
el buceo. En el sur, se extienden las interminables dunas de arena del Sáhara.
Si te gusta la
aventura, no hay nada mejor que una excursión por el desierto, acampar junto a
un oasis y dormir bajo millones de estrellas. Muy cerca de la ciudad, se
encuentra el pequeño y encantador pueblo de Sidi
Bou Said donde vas a poder disfrutar del ambiente tunecino en su
estado más auténtico. El principal enclave turístico es Hammamet gracias a sus playas y
a sus jardines. De hecho, se le conoce como el Saint
Tropez de Túnez. Los amantes del golf también podrán disfrutar
de lo lindo gracias a los numerosos campos de golf de gran calidad del país. La
isla de Djerba es conocida como
la Polinesia del Mediterráneo. Esta isla, junto con la zona del Golfo de Gabés son dos de los
mejores lugares para practicar el buceo. Madhia es la
antigua capital fatimí y cuenta con preciosas playas y magníficas fortalezas. Port El Kantaoui y Sousse son una mezcla de
modernismo y tradición con el encanto típico de un pueblo tunecino. Tabarka se encuentra al norte
del país y es todo un paraíso natural con sus calas y playas de arena fina y
agua cristalina.