Cuando uno piensa en Salta, piensa en una explosión de colores y texturas. Es que tanto la ciudad como sus alrededores combinan una arquitectura de influencia hispana pintoresca, con valles irregulares colorados y verdes bajo un cielo azul.
Aunque la atracción de esta zona radica en sus paisajes fotogénicos donde habitan estancias coloniales y pueblitos que parecen detenidos en el tiempo, existen numerosas actividades para hacer. Mountain bike, cabalgatas, navegación, rafting, puenting, tiroleda, montañismo o bungee jumping son algunas de estas. Cuando el tiempo lo permite, los recorridos históricos son igualmente atractivos para realizar. Entre estos se destacan la visita al Mercado Artesanal, la Catedral, el Cabildo, la sede del Museo Histórico del Norte o simplemente una caminata por la ciudad que en sí constituye toda una atracción.
Otro de los destacados es su surtida gastronomía compuesta principalemente por preparaciones tradicionales como la célebre empanada salteña, las humitas a base de choclo, los asado y el locro (guisado de zapallo, maiz y poroto). Recetas que se mezclan y funden con la cocina contemporánea de la zona.
Por último pero no menos importante, en Salta vas a encontrar un importante movimiento folclórico que rescata la música, las raíces y las tradiciones de la región. Lo interesante es que este no solo es un género musical, sino que para muchos es un estilo de vida y una forma de expresión en su totalidad. Las peñas folclóricas están siempre presentes, e invitan tanto a asiduos como a curiosos a unirse a la celebración.
Salta es conocida por ser una joya del norte por su belleza, pero para nosotros es más que eso. ¡Salta es una fiesta!