San Carlos de Bariloche, en la provincia argentina de Río Negro, es un lugar ideal para disfrutar tanto en verano como en invierno. Aunque es mayormente conocido por ser un centro de ski, existen numerosas actividades que pueden realizarse en todo momento del año.
Para los amantes de la aventura, nada mejor que sentir la furia del agua con una travesía en kayak por los ríos helados y transparentes. Si lo tuyo son las excursiones, entonces un poco de trekking, mountain bike o una larga cabalgata entre los maravillosos senderos y bosques son tu opción. La adrenalina se siente al máximo con los vuelos en parapente y kite surf, pero para los más tranquilos, las posibilidades son numerosas: pesca, buceo, paseos en velero y kayak.
Actividades sobran, y si te cansaste de los deportes extremos, podés
visitar el Museo de la Asociación Paleontólogica de Bariloche, el Museo
de la Patagonia o el Museo del Chocolate, por nombrar algunos.
Las ofertas gastronómicas se adaptan a todos los gustos. Sin embargo, reconocidos chefs trabajan en la zona y ofrecen exquisitos productos gourmet ideales para los paladares exigentes. Lo mejor, es que utilizan la gran variedad de productos frescos que abundan en los alrededores como pescados, cordero, ciervo, frutos y verduras orgánicas. También resultan imperdibles los dulces caseros, los cholates y quesos, ideales para regalar a algún conocido.
La vida nocturna también es conocida e intensa, con los numerosos pubs, bares y boliches que invitan a quedarse despierto toda la noche.
Siempre uno quiere regresar con algún presente de un viaje y nada mejor que Bariloche para comprar. Tejidos, artesanías en cuero y madera, cerámicas y objetos de orfebrería son algunos de los productos de calidad que se pueden adquirir.
Paisajes maravillosos, noches encantadoras y actividades entretenidas hacen de este lugar, una ciudad imperdible en un viaje por Argentina.