Los atractivos turísticos de Brasil son sus playas, sus bosques, selvas y ríos y cataratas y las ciudades, unas repletas de historia y otras más modernas y dinámicas. Cada región destaca por diferentes aspectos y singularidades.
El sudeste es la principal puerta de entrada al país. El estado de Río de Janeiro es recomendable tanto por sus playas como por sus montañas y, por supuesto, por la gran ciudad de Río, famosa por las playas y el carnaval. La otra gran ciudad de la región, Sao Paulo, la más grande de Sudamérica, es una urbe dinámica y cosmopolita. Minas Gerais destaca por sus montañas y espacios naturales y por sus ciudades históricas como Ouro Preto, que vivieron el esplendor de sus minas de oro.
En la zona sur, una región de montañas recubiertas por bosques y prados, se encuentra el estado de Paraná, con las famosas cataratas del Iguazú.
En el centro-oeste se encuentran lugares como el Pantanal, de gran belleza y valor natural. En la región centro-oeste se levantó, en los años sesenta, la ciudad de Brasilia.
En la zona nordeste es donde más se aprecia la mezcla de culturas que caracteriza al país. Se trata de una zona rica en folklore y tradiciones, y de grandes atractivos naturales. El estado de Bahía, con sus espléndidas playas y gran influencia de la cultura africana. La región de Pernambuco, con su capital Recife, destaca por sus playas y sus manifestaciones folklóricas.
Finalmente, en el norte se encuentra la zona del Amazonas, recubierta por la selva y surcada por grandes ríos. La ciudad de Manaus es el punto de acceso a la región.