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Sin dudarlo, uno de los mejores hoteles en los que hemos estado. La atención por parte de todo el personal fue estupenda, muy atentos y cercanos en todo momento. Ibamos con media pensión y decir que la comida (en nuestro caso, la cena) buenísima. De una calidad exquisita en cada uno de los platos que probamos. Sin duda, se lo recomendaría a todo aquel que quisiera ir, en pareja o en familia, a un hotel que, aún no estando cerca de la playa, tiene todo muy cerquita, tanto en Cantabria como en Picos de Europa.
Hotel Palacio Guevara. El hotel es precioso y está situado en un pueblo desde el que se llega en 20/30 minutos a cualquier sitio interesante de Cantabria. La cena degustación excelente. La única pega es que no tiene ascensor.
Tradicional y encantador. Antiguo con encanto. Edificio muy antiguo conservado con gran gusto.
Muy bien. La verdad es que hemos estado genial. Fuimos mi mujer y yo con el crio de dos años. Habiamos estdo antes y nos habia gustado, pero llevabamos tiempo sin venir. La chica de la recepcion, una rubita de la cual no recuerdo el nombre, un encanto!!! Una de las personas mas simpaticas y atentas que me he encontrado en un hotel. Por lo demas, super bien situado, a 4 km de la a-8, a 15 minutos de santillana del mar, parecido a santander....Genial!!. Les pilló el toro en el restaurante, creo que libraba una de las camareras, pern.
Un encanto de hotel. Si buscas un sitio muy tranquilo, un buen trato y buena comida sin que el precio sea desorbitado, puedes acudir al Guevara. El hotel es precioso, el servicio encantador y en la habitación no falta detalle. El desayuno, con zumo de naranja y café con leche, ambos de verdad y sin restricciones. El resto bizcocho casero y unas cuántas cosas más. Cenamos como en un restaurante de lujo y cada uno sale por unos 20 euros. Muy satisfechos, esperamos volver. Todo en general.
La casa exteriormente.
Recomendable. Buenos desayunos de buffet, el menú de cena estuvo bien. Quizás eché en falta más información de lugares cercanos al alcance del viajero, y el colchón que aunque era aceptable se podría mejorar, lo demás inmejorable. La televisión , decoración y espacio.
Un palacio discreto. En nuestra opinión, se trata de justo eso: un tres estrellas. La cocina está por encima de las prestaciones del hotel, tiene unos desayunos extraodinarios y los platos del resto de horarios están orientados al vanguardismo. Respecto a las habitaciones, son sencillas, con poca luz tal vez. El primer día nuestro cuarto de baño olía a cloaca, problema que fue subsanado al día siguiente. La bañera estaba picada (da muy mal efecto) y el colchón aunque es cómodo, es de muelles). El personal fue muy amable y atento en todo momento. Bien en general aunque hay aspectos que podrían mejorarse. En nuestra oferta nos incluía detalle en habitación que no fuimos capaces de encontrar. Gastronomía del hotel.
Ubicación, encanto y jardín Es la segunda vez que nos alojamos. Resulta ideal tanto por la ubicación (al lado de Cabezón de la sal, bosque de secuollas, Comillas y San Vicente de la barquera), como por su jardín y restaurante ideal para que los niños puedan jugar
Los desayunos son variados y con buena calidad y cantidad. El hotel se encuentra limpio, bien ubicado para conocer la zona y la decoración y el tipo edificación es de buen gusto
TRECEÑO
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