El hotel está en una ubicación con unas vistas impresionantes. Se ve reformado de hace poco, pero en el caso de la habitación que ocupamos, que era de las que están reformadas totalmente, ya tenía un gran desconchón a la salida al balcón debido a humedad.
La limpieza en la habitación era justita. Debajo de la cama había pelos y pelusas y el balcón estaba lleno de tierra y los cristales sucios. Menos mal que el cuarto de baño sí que estaba limpio. Entiendo que había estado lloviendo 2 días antes, pero el día de la entrada no lo hacía, así que creo que las habitaciones no se repasan el día de la entrada del cliente. Eso sí, las camas son muy cómodas.
En cuanto a las comidas, lo mejor es el desayuno, que se merece un 10, y lo peor son las comidas y las cenas que sólo se salva la zona de platos fríos y la de los postres. Los platos calientes, a parte que de calientes no tenían nada, dejaban bastante que desear. En nuestro caso que hicimos pensión completa, se repitió el plato principal cambiándolo de orden y algún ingrediente (arroz y fideos).
La sopa y la crema son malas, las que compramos en cualquier súper le dan mil vueltas, y si encima está casi fría ya se hace incomible. Un filete de ternera empanado que cogió mi marido se quedó entero ya que era imposible cortarlo, o se había cocinado mucho o hacía muchas horas que estaba hecho. Las verduras en la cena, guisantes y patata, estaban duras las 2 cosas. Las patatas fritas que es lo más sencillo, aún recién sacadas no estaban crujientes y calientes. Y así podría seguir con muchos platos. Los que no tenían salsa se veían resecos. En el tema cocina tienen que mejorar mucho, los mismos productos pero mejor cocinados.
Y con la limpieza de la vajilla tendrían que tener más cuidado, habían muchos platos con restos de comida. A un hotel en la ubicación que está y con las instalaciones que tiene, y por supuesto la atención excelente del personal, le restan mucho las comidas y las cenas.
positivo:
Ubicación, vistas, desayuno e instalaciones.
negativo:
Comidas y cenas.