¡Lo recomienda!
Opinión verificada
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8
Calidad / precio
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8
Ubicación
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6
Decoración
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5
Gastronomía
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5
Habitación
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6
Instalaciones y servicios
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7
Atención del personal
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9
Limpieza
positivo: Aunque un poco alejado del centro, hay dos líneas de bus cerca que van a la estación de tren SMN, a diez minutos andando del Duomo. La residencia está en una colina, a 200 m de la calle, que parece un bosque, y lejos del ruido urbano. Estás rodeado de verde. A 30 euros la noche es perfecto como base para la visita a Florencia. Eso sí, nada de lujos, piensa en mochilero. El desayuno es pan sin tostar con mantequilla o nocilla, pero las máquinas dan estupendos cafés y zumo de naranja muy bueno. Siempre puedes ir al centro y desayunar allí. También hay un bar-tienda que hacen cenas sencillas. La limpieza de la habitación (4 literas) es diaria, y los baños, comunes, muy limpios. Eso que cuando estuve el fin de semana llegó un numeroso grupo de teenagers holandeses. El personal, muy correcto. Como todo albergue juvenil (yo rozo los 50) compensa yendo uno solo, pero no en familia, ya que el precio es por persona, no por habitación, aunque tratándose de los megaprecios de Florencia, se puede contar como opción si no buscas comodidades de hotel. El albergue es un antiguo palacete, y la recepción tiene una decoración acorde, incluso un remedo de cúpula interior con frecos.
negativo: La única pega es que el acceso wifi sólo era eficaz en recepción, así que por la noche los sillones estaban a tope; en el comedor bajaba un poco la señal. Otra peguilla es que la taquilla de la habitación no tiene llave (hay 4). Algunos han escrito quejándose de los mosquitos, pero ahora en octubre no había.