Solo piano

No hay nada igual en Barcelona.

Increíble. ¡Música y ambiente perfectos! Volveremos seguro.

Ha sido una gran experiencia. Hemos disfrutado de un gran concierto en un espacio muy especial. Es una experiencia que repetiremos seguro.

Concierto muy intimo. La dimensión reducida del teatro hace que la experiencia sea muy intima. Se siente la música muy cerca. El pianista ejecuta con mucha pasión y fuerza. La cercania.

Buena experiencia. Una oportunidad única de disfrutar de un concierto de piano con un profesional como en familia. Vale la pena!. Interacción directa con el artista.

Muy recomendable. Excelente pianista y repertorio, con invitación posterior a una copa de cava. La interpretacion del pianista y las obras tocadas.

LO único malo las sillas un poco incomodas.

Una velada mágica, llena de romanticismo y arte. El Teatro más pequeño del mundo, es el salón de la casa donde vive el compositor y pianista Lluís de Arquer, transformado en un teatro lleno de encanto: con un estilo barroco, decadente pero muy cálido, las paredes del escenario están decoradas con frescos pintados por el padre de este gran pianista. La iluminación tenue tiene su delicadeza en unos candelabros. Lluís de Arquer nos abre las puertas de esta Casa dels Músics, ubicada en el emblemático barrio de Gracia, ejerciendo de buen anfitrión, nos deleita con composiciones clásicas y también otras propias, llenas de fantasía, sutileza y un enorme talento a la vez que nos va guiando al público, con todo lujo de detalles, con sus entusiastas explicaciones sobre la génesis de dichas composiciones. Al final del concierto, el público es invitado al jardín de la casa, un lugar también lleno de encanto, donde puede tomar una copa de cava o un zumo a la vez que puede conversar con el resto de asistentes y con el mismo compositor. Me gustó todo.

No recuerdo nada que no me gustase.

Una velada muy agradable. El concierto fue muy agradable. Luís, el pianista, se metía mucho en el papel y tocaba con gran sentimiento que se transmitía al público. La selección muy interesante y acompañada siempre de pequeñas explicaciones y orientaciones. El lugar muy acogedor, ambientado en la época en que se empezaban a hacer conciertos de piano, todo muy familiar, recogido... Iluminado con la luz de seis velas. Las sillas y el espacio entre espectadores era mejorable, pero dada la situación era difícil. Al acabar el concierto nos ofrecieron cava en el mismo jardín de su casa y estuvimos conversando con el pianista, su hermana... Unas personas muy agradables. Hacen todo lo que pueden por conversar con todos los que lo deseen y no tengan prisa. Se recomienda llegar con tiempo (20 minutos) para poder coger un buen sitio y ver bien. En ocasiones el lugar donde os sentéis hace mucho. Hay un aforo para unas 30-40 personas en 6 filas aproximadamente. Encontrar parking es muy difícil en la zona!!. La interpretación de Luís es espectacular. Transmite!!.

Poco sítio y apretaditos!.

Magníficamente único y familiar...Luis de Arquer hizo de gran anfitrión acogiéndonos en su casa y compartiendo su talento con nosotros. Nos invitaron a pasar y desde el primer momento ya nos sentimos bienvenidos. El escenario encantador y la música... indescriptible. La invitación a vino caliente al terminar y el detalle de saludar a cada uno de sus "invitados" para compartir con él y su hermana la velada... Indudablemente, algo único y que vale la pena poder experimentar. Cuidando hasta el más mínimo detalle, la hospitalidad y la cercanía se manifiestan desde el primer segundo. Como bien dijimos antes de marcharnos... seguro volveremos a este teatre més petit del món... Prácticamente todo. Desde el trato, la cercanía y el espectáclo, hasta el lugaru.