La obra es un documento vivo que no se limita a recordar, sino que provoca y evoca, invitando al espectador a reflexionar sobre las cicatrices que aún perduran en el tejido social argentino. EL DEBATE es una experiencia teatral inmersiva y conmovedora, donde el eco de aquellos discursos sigue resonando en nuestra realidad actual.
La obra desafía al público a tomar partido, a revivir las tensiones de un país dividido y a cuestionarse cuánto hemos avanzado, o retrocedido, desde entonces. Es un llamado a la memoria, pero también un grito de alerta sobre los peligros de la polarización y la importancia de encontrar caminos comunes en un contexto de creciente complejidad social y política.
EL DEBATE no es solo una obra, es un espejo donde se reflejan las dos almas de una Argentina que sigue debatiéndose entre el pasado y el futuro, entre la tradición y el cambio. Un enfrentamiento que, 50 años después, sigue siendo tan relevante como aquel primer encuentro en 1973.