Mi Padre, Sabina y Yo

Una historia hecha a la medida del maestro Sabina. Sus canciones fluyen con la misma gracia que en un concierto, pero interpretadas por una voz sobria, virtuosa pero respetuosa, sin imitar. La historia es conmovedora, divertida e inteligente. A la vez se mete con temas que son tabú en nuestra españa que está volviendo a las épocas más oscuras, donde todo está prohibido. Sin proponérselo pensamos que bordean la denuncia a los lugares de modas sobre lo que se puede y no decir sobre los hombres, las mujeres y sus relaciones. Es como la poesía de Sabina, incómoda, juguetona y siempre outsider. El amor no tiene los protocolos que los vientos de corrección le dan hoy. EL amor es siempre una sorpresa y casi siempre termina mal. VIrtuosas interpretaciones en una sala pequeña como la consulta del dentista. Brillante la energía que se irradia desde la escena que es puro rock. Viva el pirata cojo y las mellizas!

Una verdadera historia Sabinera, llena de ternura y poesía, momentos políticamente incorrectos, sexo, droga, rock, misticismo. En un mundo que avanza hacia la estupidez de la literalidad de la interpretación de la obra artística, en la que se cuestiona si el don juan tenorio puede y debe hacerse o no, esta obra es una provocación maravillosa a los defensores de lo políticamente correcto. Una bofetada a los que creen que machismo es todo, a los que creen que feminismo es lo contrario de machismo. A los que no distinguen entre un pesado y un acosador. Una bofetada para los que creen que cagarse en dios es un delito. Para los que creen que poner urnas para votar lo que sea es un delito. Con frescura y sin meterse en honduras toca todos los temas.

Una actuación demoledora de un padre que lucha por vivir cada segundo y como Sabina al máximo. Un actor que canta de un modo personal las canciones del maestro y una actriz que se multiplica en varios personajes de modo increíble. Todo eso con un guión profundo y canalla como la poesía del maestro que emocionan porque aún respetando letra y música surgen como necesarias dentro de la historia y cobran otro sentido más profundo aún si cabe. Y por sobre todo el cuestionamiento profundo y total sobre lo que es la paternidad. Nos dejó KO de risa y con material para el análisis. Pero sin pretensiones de teatro culto. Es canalla, soez y muy inteligente. Da para una película

EL padre es un tierno con apariencia de mujeriego al que las cosas no le salen bien nunca. El hijo una persona que busca su identidad y las mujeres que aparecen son decididas y autosoficientes frente a este hombre que juega a montarselo con todas. Es como un don juan sin suerte o sin estrella. Tal como Sabina que por muy canalla que se muestre, llora por los rincones el abandono de esas mujeres a las que creyó enamorar. Una historia divertida y políticamente muy incorrecta que hace honor a Sabina a su vida y su poesía. Las canciones estupendamente elegidas son aún más valiosas dentro de la historia de padre e hijo

Dos actores maravillosos, el padre sobre todo con una energía de formula 1 y una actriz que se prodiga interpretando de maravillas varios personajes de modo preciso. Una historia que navega en los tópicos subrayando algunas cosas que están por debajo de las convenciones sociales sobre lo que somos las mujeres en el imaginario de los hombres. Ambos mundos muy bien definidos fuera de los tópicos sobre el bien y el mal. La vida es como es y se nos presenta para tomarla o dejarla como diría Joan Manuel Serrat. Por cierto el autor de esta maravilla es el autor de Mi madre Serrat y yo que va del mundo de las mujeres y lo bordan las actrices y el guión

Destacamos este espectáculo porque solemos ir a teatros como este porque nos gusta estar cerca de los actores pero este es el primero en el que notamos que hay respeto por el público en cuanto a las formas. Tal vez no hemos tenido suerte con los demás pero en este hacen obras que no hace falta estar a la última moda para entenderlo y disfrutarlo. Tiene un montón de puntos que van directo al corazón, de comprensión directa y todo un trasfondo que permitió que nos quedáramos encantados debatiendo sobre la paternidad, lo que es y lo que debería ser en la actualidad y fue muy interesante

Una obra entrañablemente canalla, en la que por momentos parecería adentrarnos en la vida cotidiana de Sabina aunque no el protagonista no sea más que un amante de Sabina. Una actuación superlativa y llena de matices la de los tres actores y las canciones de Sabina que siguen multiplicando significados para distintas ocacasiones. Cantadas con respeto y buen gusto. El maestro debería ir a verlo ya que están en la 7ma temporada y aún no se ha dejado caer. Y eso que le queda muy de paso.

COnocimos el teatro llevando a nuestros niños y nos sorprendió gratamente Baby Rock. Pues esto es lo mismo pero para los padres. La temática es formidable porque se tratan todos los temas posibles en las relaciones de pareja actuales y se cuestiona que es la paternidad. No hay respuestas pero se abren un montón de preguntas que quedaron flotando en la mesa de la cena de después. Es un detalle mayúsculo poder hablar con los actores y preguntarles acerca de la cocina del espectáculo.

Debajo de una historia sencilla y con un padre que uno quiere y odia como todas a nuestros padres, construyen una historia de infinita ternura. Las cosas no son lo que parecen y como en una buena película las capas de la historia van brindando significados sorprendentes y sencillos al mismo tiempo. Las actuaciones de los actores son tremendas y el modo de interpretar a Sabina es respetuoso y afinado. Una verdadera sorpresa fue la primera vez pero esta fué mucho más ágil y emocionante

Es la tercera vez que acudo a Plot Point a disfrutar de "Mi padre, Sabina y yo". Es una obra que me marcó desde la primera vez: las canciones de Sabina, el humor, el guión, los actores... He llevado a distintas personas a la obra y todas han salido con un buen sabor de boca. Destacar que Plot Point ofrece una copa de cava a todos los asistentes y la posibilidad de conocer a los actores al finalizar.