Las mil y una noches una por una

Gran complicidad con el público, magnífico humor, gran contador.

Todo, me gustó todo. Me gustó el viaje al Madrid de los años 40 con la compañía de \"ese Antonio\", y fascinante el cuento de las noches.

Entrañable, cercana, excelente interpretación. Lo recomiendo.

Empezó con mucho retraso.

La conexión del narrador con el público, su creatividad para hacernos imaginar

Contar cuentos será uno de los oficios más inmemoriales, pero para alguien como yo, más acostumbrado a monólogos, shows de magia, microteatro o improvisación, me parece algo original y casi exótico. Por supuesto que hay tintes cómicos, pero no se trata de una retaila de chistes tirando de tópicos sino de algo mucho más interesante y divertido donde afloran diferentes sensaciones. Héctor es un cuentero de primera, capaz de meterte rápidamente es su boslsillo. Consigue trasladarte muy bien a la historia que está contando y transmitir las sensaciones de los personajes de los cuentos de las mil y una noches. Todo esto de la forma más sencilla posible: él solo en el escenario con el lenguaje corporal y el tono de voz como sus únicas armas. Me parece una delicia de espectáculo y, la verdad, me hace desconectar totalmente de la rutina de la semana y del estrés del trabajo. Lo cual agradezco. Por cierto que se come bien en el bar. Todo esta rico.

No es que no me guste, que me parece perfecto, lo único aclarar que el sitio es un salón de un bar con un pequeño escenario, con sillas de terraza...vamos, que no son las butacas del cine.

Cuando algo te gusta mucho, sientes un fugaz impulso egoísta de exclusividad. Algo así como: \"¿quiero recomendarlo... o prefiero guardarme esta magia para mí, para los que hemos compartido esta noche?\" Por suerte, se te pasa enseguida, y entonces piensas: \"sí, claro que quiero que la belleza se difunda\". El trabajo que hay detrás de este breve espectáculo se percibe en la sucesión de historias, en los gestos, en los cambios de ritmo y en la técnica vocal. Héctor Urién consigue cada martes crear un momento que merece la pena, sobre todo si hace mucho que nadie te cuenta un cuento.

Un revulsivo a principio de semana. La opción que nos propone Héctor Urién es como un oasis en medio de la ciudad. Risas, emociones, sentimiento,...con historias que no te dejan indiferente. Cada martes una historia nueva. La cercanía y familiaridad de las personas que acompañan en la taberna Alabanda completan una velada perfecta!! Está muy cerca del metro.

Nada que objetar.

Héctor es un magnífico contador, te atrapa desde el primer minuto de su actuación, te traslada a los lugares por donde transcurren sus cuentos, cuentos maravillosos de las Mil y Una Noche... y otros populares. Todas sus historias están llenas de humor, amor, tragedia y un sin fin de sensaciones que hay que experimentar viendo sus actuaciones. Lo recomiendo 100%.

Me encanta como puede atraparte en estos cuentos o historias! El ambiente de expectación que se crea y las ganas de seguir escuchándolo semana tras semana

A veces se retrasa un poco a la hora de empezar. Pero sigue mereciendo la pena la espera, ya que así da tiempo a pillarse una cervecita para ver todavía mas a gusto el espectaculo

Pensaba que iba a ser una lectura pero no. Es como un monologo pero de cuentos (no para niños) muy bonitos y divertidos. Además el bar tiene buena cocina :) Un plan perfecto para desconectar un rato, y como acaba antes de las 22:30 no te hace trasnochar entre semana.