Mayenburg es un autor de altura, que no falla en sus intentos. Que se implica y se
aplica, que juega con el mismo y con todos nosotros. Un
autor de ahora, con cuerpo y alma. Demasiado feo para ser verdad.
Este viernes 13 de Junio haremos un coloquio abierto al público asistente a la obra. Al finalizar el espectáculo podrás preguntar y comentar todo lo que quieras sobre la obra, el autor, los actores... .
Marius von Mayenburg es uno de los autores alemanes contemporáneos con más
repercusión a nivel mundial. Un joven autor que ha conseguido estrenar sus obras por todo
el mundo. Su nivel de escritura es superior a la media por el simple hecho, a la par que
valiente, de poner en duda los distintos hilos que mueven el sistema. Ya no se trata de
explicar el mundo sino de implicarlo e implicarse en él; no se trata de informar sino de
representarlo, de no recrearlo sino reformarlo. Así ha sido en obras como “Cara de fuego” o
“Parásitos” y ahora lo vuelve a hacer con “El feo”; obra estrenada en la Schaubuehne am
lehniner platz de Berlín y en el Royal Court de Londres el mismo año.
En Cataluña hacía siete años que no veíamos una obra de Mayenburg. De hecho sólo se ha
visto una. En toda España poca cosa más se ha visto. Poca gente corre el riesgo de jugar
con textos de Mayenburg porque entre otras cosas reduce el juego teatral a eso mismo;
puro juego y nada más. Teatro en estado puro. Sólo teatro. Y eso es difícil.
La estructura dramática de “El feo” es muy clara: No tiene. Incluso estructuralmente es una pieza de literatura dramática fea. Pero es el contenido que hace olvidar esta fealdad.
¿Típico? Pensado sí, creado seguro que no. Cuatro actores, tres de ellos representan
diferentes personajes con un mismo nombre. El otro actor será el feo, actor de aspecto
normal que no hace falta ni que vaya maquillado. No se verá nunca ninguna alteración de
las caras de los actores. Ni cuando el texto requiera de operaciones de estética. Esta es la
única acotación que aporta el autor. Teatro. Interpretación en todo su amplio sentido y
divertida búsqueda. Teatro.
Las escenas… no hay. Es un texto continuo; sin actos ni escenas. Los actores pasan de un
rol a otro en un juego teatral donde la única cuerda que tienen para cogerse es el texto y
las pequeñas ideas dramáticas que sólo los ensayos permiten. Esto en cuanto a forma. La
no forma.
Contemporaneidad entendida como posicionamiento respecto a un hecho actual, ni más ni
menos. El fondo de la obra no es más simple ni más complejo que una crítica
absolutamente constructiva al canon de la belleza física y a todo lo que esto implica. Guapo
por fuera guapo por dentro. Hemos cambiado el orden. Esta vida es incapaz de hacer
triunfar a una persona fea. Si el triunfar depende de la belleza estamos perdidos. De hecho
creo que estamos perdidos hace tiempo. Pero ¿qué pasaría si todos fuéramos guapos? ¿Y si
fuéramos absolutamente igual de guapos? ¿Si tuviéramos exactamente la misma cara
guapa?
La reflexión sobre la belleza y la fealdad y su alternanza en el mundo estético los humanos la vivimos conscientemente desde ya hace siglos. En el VII a.c. la Grecia homérica ya nos daba un ideal de belleza basada en la harmonía del todo como suma de las partes de
manera natural. La belleza del atleta. Para Platón la justicia, la verdad y la ética tienen que
ver con la belleza. En esta discusión no entraremos aunque como dice Antoni Tàpies “el
esplendor de las cosas feas pretende muchas cosas, como la necesidad de volver a lo
esencial y natural”. No deberíamos entender la fealdad como antítesis de la belleza sino
como parte una de la otra imposibles de separar. De Platón a Umberto Eco en “Historia de la
fealdad” pasamos por diferentes etapas donde lo feo ha ido evolucionando como arte.
El texto de Mayenburg de lo simple que es, es precioso. Su naturaleza pretendidamente
imperfecta y antiacadémica sin tiempo ni espacio, con una velocidad por ordenar nos hace
pensar que todo será feo, juega con nosotros y con el hecho teatral en sí: el actor, la
palabra y el espectador. No hay nada más. Creo que su crítica está en su misma manera de
escribir. Ejemplo a seguir de no forma y no fondo para conseguir todo lo contrario. Y toda la
crítica la adorna de un sentido del humor propio a su inteligencia. Esta vez no hace falta
escuchar de manera directa mensajes de compromiso social o reivindicaciones mundiales
mediante el grito o la queja o reinterpretando un dolor universal. Sin duda se puede
provocar la reflexión mediante la risa. No son tiempos de revolución ni reivindicación.
Quizás de sugerir e ir recordando. Y la comedia es un camino suficiente y más que
necesario. Directo.
Creo que Mayenburg es un autor de altura, que no falla en sus intentos. Que se implica y se
aplica, que juega con el mismo y con todos nosotros. De una generosidad de sentimientos y
emociones enmascaradas por este funesto despertar de la mediocridad del siglo XXI. Un
autor de ahora, con cuerpo y alma. Demasiado feo para ser verdad.
Juan Carlos Martel Bayod
Traducción catalana de Eduard Bartoll.
Dirección: Juan Carlos Martel.
Intérpretes: Joan Negrié, Oriol Grau, Neus Umbert, Pep Muñoz.
Escenografía y vestuario Joan Galí.
Diseño de sonido Pepe Bel.
Diseño de luces David Bofarull.
Asesoramiento de movimiento Arantxa Sagardoy.