El amor de los demás

Lo que a primera vista podría parecer una manida historia de amor nunca consumado entre amigos se va desplegando como un rico texto lleno de matices, monólogos profundos e inspiradores reforzados por una puesta en escena tan magnífica en su sencillez como efectiva. El montaje en paralelo mostrando momentos de ambas vidas separados tan sólo por un armario/tabique evoca los ventrículos del corazón partío de esta pareja que tan brillantemente interpretan Jorge Bódalo y Lorena Hidalgo que por momentos están realmente sembrados. En varios instantes si cerrabas los ojos casi podías ver a Jorge Bódalo transformado en un Woody Allen castizo y friki.

Una función en la que Lucas y Lucía se presentan y enseguida te apetece incluirlos en tu círculo de amigos. No solo porque se les dé bien eso de, sin quererlo, encontrarte tu pareja ideal (que oye, tal y como corren los tiempos, no estaría mal) sino porque enseguida te caen bien. Su sinceridad, su agudo sentido del humor... Claro que quizá solo se comporten así cuando están los dos juntos. Pero luego los observas en la intimidad de sus casas y ves que no, que son así de auténticos. Una hora de risas y reflexiones en las que el texto original de Jorge Bódalo cobra perfecta vida en él mismo (autor, director y actor) y en la espectacular Lorena Hidalgo. Una hora para disfrutar de un texto y unas interpretaciones de fábula, una hora que se te pasa en un suspiro y te quedas con ganas de saber más de ese simpático par de amigos.

La obra aunque pueda parecer una obra cómica banal, no me lo paració para nada. En esta obra se hace una reflexión sobre el antihéroe-antiheroína romántica. Durante los diálogos y los monólogos se van viendo los patrones de personalidad de cada uno, esos que tenemos todos seamos conscientes o inconcientes. No he pasado más de 5 minutos sin reirme, también porque me río de mí misma y me he visto reconocida en varias cosas. Si eres madrileño y tienes entre 25 y 50 años aprox. te vas a ver reconocido en algo seguro. Me hizo reflexionar de como caemos en nuestra propia zona de confort contínuamente. Me encantó que hicieran referencia a una de mis películas favoritas de los años 60.

¿Si fueras el organizador o promotor del espectáculo que harías diferente?

Igual

¿Si pudieras hablar con el artista (cantante, actriz, actor,...) qué le dirías?

Excelentes ( y las gemas de los dedos uniéndose cual Sr. Burns)

Después de verlo en pereja la primera vez, nos gustó tanto que decidimos repetir con unos amigos, y está es su impresión: "Una sala pequeña y discreta pero muy cómoda, que se ajusta a la perfección a la obra, como un viejo par de zapatos usados. Un atrezzo escueto y humilde pero funcional que permite delimitar espacios, momentos y ambientes. Un elenco mínimo, un buen par de actores que mezclan bien, con química en escena en el que brilla especialmente Lorena Hidalgo (mención especial al "monólogo"). Un libreto de apenas 70 minutos pero lleno de buen humor, de realidad, de mordacidad, de referencias pop... Un muy buen rato y esto hoy en día es mucho decir. El precio? Mucho por muy poco :)" Lógicamente a lo que ya la conocíamos nos volvió a gustar mucho

Lejos de los grandes escenarios, se puede montar buen teatro como este! un guión fresco de lenguaje y que te mete dentro de la situación con gran acierto . Te descubres varias veces dentro de partes del guión y si bien es para reírse un rato de hasta nosotros mismos, también te deja al filo de la lágrima y la nostalgia de preguntarnos tantas veces sobre nuestro futuro o sobre nuestro "destino". Los actores congenian de forma genial y la naturalidad de la interpretación es sencillamente magnífica.

Fuimos por recomendación de unos amigos y la verdad que muy amena y divertida. La obra dura un poco más de una hora pero se hace muy dinámica y nada aburrida. Momentos tantos cómicos como momentos para reflexionar sobre las relaciones de pareja de hoy en día y el significado del amor (pero de los demás)

¿Si fueras el organizador o promotor del espectáculo que harías diferente?

Poder pagar con tarjeta y poder realizar la compra anticipada y reserva de asiento.

¿Si pudieras hablar con el artista (cantante, actriz, actor,...) qué le dirías?

Que los puntos de improvisación son muy acertados a la situación en la que estamos viviendo y felicitarles por la fluidez con la que hacen los diálogos e interpretación

En una pequeña sala, acogedora y coqueta del centro de Madrid, Lorena Hidalgo y Jorge Bódalo, te hacen olvidar que estás viviendo la pandemia del siglo. Interpretan una obra divertida, amena y fresca, pero, sobre todo, realista, MUY realista. Gracias por hacernos pasar un ratito tan ameno, gracias por interactuar con el público y conseguir que nos riamos a carcajadas, y gracias, principalmente, porque en estos tiempos que corren una sonrisa es oro puro!!!!

¿Si fueras el organizador o promotor del espectáculo que harías diferente?

Empezar en la hora prevista

Me pareció muy interesante. Una reflexión sobre las relaciones personales. Nos hace ver que muchas veces es más simple de lo que nosotros nos planteamos. Es cómica con puntos muy buenos de humor, muy bien elegidos. Es reflexiva y me emocionó. La puesta en escena muy buena tanto por Jorge cómo por Silvia. Son buenísimos!!!! Fue una tarde estupenda!!!! Muy recomendable 🙌👏🤗

Te sientes parte de esta obra desde el primer momento. Un gran texto que te cuenta con sencillez e inteligencia una historia que podía ser la tuya, arrancandote sonrisas, risas y empatía hacia los dos personajes. Con dos actores estupendos que hacen tan creíbles sus personajes que te dan ganas de llevartelos de cañas. La recomiendo totalmente, es más, repetiré

Lorena y Jorge Bódalo son capaces. Te llevan como dos peces que nadan en absoluta compenetración a ese lugar fantástico a través de esa cuarta pared abierta de par en par, la ventana hecha para tí para que percibas esa fabulosa continuidad entre tu agua y su agua mientras ponen en marcha la fantasía y la magia de lo cotidiano llevado al paroxismo que otorga el humor con que se expresa las menudencias del dia a día de forma hiperbólica o excéntrica