Catálogo para librarse de hombres inadecuados...

El actor, la taberna, el contacto con el público.

Empezó unos minutos tarde.

Lo hizo entretenido.

El concepto de hombre inadecuado no coincidió con el.

muy bien es espectáculo, muy bien el actor, el sitio... lo disfruté mucho

.

Me atrapó y me divirtió muchísimo; se pasó el tiempo volando.

Nada en particular, todo bien.

Te dan una consumición x el mismo precio!

Se hizo un poco corto

Pasas un buen rato con los amigos y te echas unas risas.

Es difícil encontrar un plan que merezca más la pena por ese precio. Por si la calidad del espectáculo fuera poco, ¡la entrada incluía una consumición gratis! Mi acompañante y yo quedamos muy sorprendidas por el trato recibido. Un ambiente íntimo que hace que te sientas parte de algo exclusivo, que olvides por un momento que estás en pleno Lavapiés y te transportes a otros lugares. Todo el mundo debería probar, al menos una vez, en qué consiste formar parte (no presenciar, sino realmente \"formar parte\") de un espectáculo de narración oral. Algo muy diferente a un monólogo o a una obra de teatro. De Héctor Urién destacaría su facilidad para pasear entre los registros, provocando a veces una carcajada y a veces una reflexión o una mirada cómplice a tu acompañante. Se nota el trabajo que hay detrás, su gran conocimiento de lo que cuenta y, sobre todo, su absoluta devoción por esas historias. Totalmente recomendable. :-)

Se nos pasó volando. ¡Te quedas con ganas de más!

Héctor se relaciona con el público de una manra amable y cercana en su espectáculo, permitiendo la interacción y la risa continua. Como cuentacuentos nos pareció muy bueno y cuenta sus historias de manera divertida.

No nos quedó tan claro en la descripción que la sesión se desarrollaba a partir de cuentos, algunos de las mil y una noches, otros populares y algunas historias. Creíamos por el título que era un tipo de monólogo más actual. No era lo que íbamos buscando, lo digo por si a alguien le ocurre lo mismo.